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Las presidencias históricas
Se conoce con este nombre a las
presidencias de Mitre, Sarmiento y
Avellaneda. Período 1862- 1880.
Se caracterizaron por ser las fundadoras del estado argentino.
Contribuyeron a un proyecto común que las identificaba,
organizando y modelando el modo de vida argentino y las instituciones del
estado. Tres finalidades claras: “Nación,
Constitución y Libertad”
Los tres presidentes, con sus
diferencias personales, de estilos y de poder, tuvieron un claro objetivo común
para Argentina: la civilización sobre la
barbarie.
Para lograr sus finalidades tomaron
muchas medidas, entre ellas:
*
Organización
del ejército
*
Organización
del poder judicial
*
Sanción del
Código de comercio y del Código Civil
*
Funcionamiento
de las aduanas y las rentas nacionales
*
Unificación
de la moneda
*
Fomento de
la inmigración
*
Ampliación
de las fronteras sobre los territorios indios
*
Construcción
de caminos y puentes
*
Fomento de la educación
*
Creación de escuelas en los diversos niveles de
educación
Generalmente
se acepta que fue Sarmiento (presidencia: 1868 – 1874) el que centró la mayor
parte de su esfuerzo gubernativo en la promoción de la educación, bajo el
ministerio de Nicolás Avellaneda.
Algunas
acciones:
*Mediante la
Ley de Subvenciones de 1871 –que asignaba a la educación pública las herencias
sin sucesión directa y un octavo de las ventas de tierras públicas– garantizó
los fondos para la creación de nuevas escuelas y la compra de materiales y
libros. Durante su mandato, y con apoyo nacional, las provincias fundaron unas 800 escuelas de primeras letras
*A fin de
garantizar la educación primaria, trajo desde los EEUU 61 maestras primarias. Creó las primeras
escuelas normales, tomando como ejemplo la Escuela Normal de Paraná.
*Fundó
Colegios Nacionales
*Creó la
Comisión Nacional de Bibliotecas Populares y la Biblioteca Nacional de
Maestros.
GENERACIÓN DEL 80
A las
presidencias históricas sucedió la Generación
del 80. Fue continuadora; supo
aprovechas la conclusión de las crisis
políticas y la superación de los avatares de la economía. La superación de
estos escollos previos dio paso a que en la sociedad dominara el optimismo y el convencimiento de que un
futuro generoso esperaba a Argentina en los años venideros.
Creyeron en
un destino de progreso indefinido para el país y la humanidad; simbolizaban su
pensamiento y su actuación con el lema de Comte “Orden y Progreso”. Con similar
contenido, J.A. Roca pone como lema de sus presidencias “Paz y Administración”
Entre las
ideas que sostenían:…
…el
enfrentamiento entre civilización y barbarie (Sarmiento)
…la idea de
que “gobernar es poblar” (Alberdi)
... la idea
de que había que liberarse de “lastres” que ataban al pasado (Echeverría; en
referencia a la Iglesia )
*Creación
del Consejo Nacional de Educación
*Convocatoria
al Congreso Pedagógico Nacional, que habría de estudiar el estado de la
educación y de la legislación
*Ley 1420
(año 1884)
Sobre la Ley
1420
La ley de
Educación Común 1420 fue la piedra basal del sistema educativo nacional. Se
aprobó el 8 de julio de 1884, después de fuertes debates en el Congreso
Nacional y en la prensa.
La discusión
acerca de la ley de la educación fue uno de los debates más intensos, y de
largo alcance, en la historia Argentina. Distintos puntos de vista en torno a la
enseñanza religiosa, a la escuela mixta y al control del Estado (y de la
nación) sobre la educación dividieron a la generación del ochenta. Las
divergencias fundamentales se centraron en la identificación común de la
necesidad de una ley de educación, la gratuidad y obligatoriedad de la escuela.
En 1883, el
Congreso comenzó a discutir un proyecto mediante una iniciativa apoyada por los
católicos desde la Comisión de Justicia, Culto e Instrucción, presentada a las
Cámaras por Mariano Demaría. Después de un largo debate en el que intervinieron
entre otros Eduardo Wilde, ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública,
Onésimo Leguizamón y Tristán Achaval Rodríguez, el proyecto fue rechazado.
Inmediatamente la mayoría liberal del Congreso presentó otro alternativo, el
que fue aprobado con algunas modificaciones.
Uno de los
temas más debatidos de la propuesta inicial consistió en la inclusión de
contenidos religiosos en los programas escolares. Existían opiniones
contrapuestas acerca del papel de la Iglesia en la sociedad y el Estado. Los
liberales impulsaron un programa secularizador, por el cual la Iglesia católica
perdió parte de sus potestades en cuanto al registro civil, la educación y el
matrimonio. En ese marco, la religión en las escuelas fue el nudo del debate.
Finalmente, la ley aprobada no hizo mención al carácter laico de la educación
pero la instrucción religiosa quedó en calidad de optativa, con autorización de
los padres, y dictada fuera del horario escolar.
Otro punto
de discusión radicó en la capacidad del Congreso para legislar en lo atinente a
la instrucción pública en toda la república, según preveía el proyecto
presentado por la Comisión. Primó la posición de algunos legisladores, quienes
sostenían que el Congreso sólo podía dictar leyes generales en lo relativo a la
educación, resolviendo sólo sobre la ley de educación para la capital, los
territorios y las colonias nacionales. El Estado nacional limitaría su
influencia a las escuelas de la Capital, colonias y territorios nacionales y en
las escuelas normales, dejando a los gobiernos provinciales la facultad de
dictar sus propias leyes de educación. Sin embargo, el gobierno nacional a
través de las subvenciones a las escuelas en las provincias tenía autoridad
para inspeccionarlas. Las autoridades educativas nacionales realizaron
persistentes esfuerzos por establecer líneas de acción en las provincias
concordantes con las directivas nacionales.
La ley
aprobada estableció la instrucción primaria obligatoria, gratuita y gradual. La
obligatoriedad suponía la existencia de la escuela pública al alcance de todos
los niños, medio para el acceso a un conjunto mínimo de conocimientos, también
estipulados por ley. Los padres estaban obligados a dar educación a sus hijos.
Por último, la formación de maestros, el financiamiento de las escuelas
públicas y el control de la educación –privada o pública- quedó en manos del
Estado. No obstante, la sociedad tenía a través de los llamados distritos
escolares en los que participaban padres de familia (elegidos por el Consejo
Nacional de Educación), la facultad de inspeccionar la calidad, higiene y
cumplimiento de las leyes en las escuelas.
En las
décadas siguientes, la ley se convertirá en una divisoria de aguas de los
sucesivos enfrentamientos ideológicos que atravesaron la opinión en el país. La
posición crítica o defensiva ante la ley será uno de los puntos que demarcarán
las corrientes de ideas antagónicas. Sin embargo, a lo largo de más de un
siglo, el significado social y político de la ley varió en sintonía con los
cambios en el escenario político y los debates ideológicos.
Hola Profee! Me puede dar su email así le envío los trabajos, Gracias! Florencia Martínez
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